¿Cómo saber si los lentes me están haciendo daño?

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Es una excelente pregunta. A veces, podemos experimentar molestias sin darnos cuenta de que nuestros anteojos podrían ser la causa. Aquí te presento algunos signos que podrían indicar que tus gafas no te están sentando bien:

  • Visión borrosa o doble: Si notas que tu visión se ha vuelto más borrosa o ves doble, incluso con las gafas puestas, es una señal clara de que algo no anda bien.
  • Dolores de cabeza frecuentes: Las gafas mal graduadas pueden causar tensión ocular, lo que a su vez provoca dolores de cabeza, especialmente después de períodos prolongados de uso.
  • Fatiga ocular: Sentir los ojos cansados, secos o irritados, incluso después de un breve período de uso de las gafas, puede ser un síntoma de que la graduación no es la correcta.
  • Mareos: En algunos casos, las gafas mal graduadas pueden causar mareos o desorientación.
  • Náuseas: Si experimentas náuseas, especialmente al realizar actividades que requieren una buena visión, como conducir, es recomendable que te revises la vista.
  • Lagrimeo excesivo o ojos rojos: Estos síntomas pueden ser causados por la irritación ocular producida por las gafas.
  • Dificultad para concentrarse: La fatiga visual puede dificultar la concentración y afectar tu rendimiento en actividades que requieran un esfuerzo visual.

¿Qué hacer si sospechas que tus anteojos te están haciendo daño?

  • Consulta a un optometrista: Un profesional de la visión podrá evaluar tu visión y determinar si tus gafas necesitan ser ajustadas o si la graduación ha cambiado.
  • Revisa el ajuste de tus gafas: Asegúrate de que tus gafas estén bien ajustadas y no estén demasiado apretadas o demasiado flojas.
  • Descansa tus ojos: Si experimentas fatiga ocular, toma descansos frecuentes de la pantalla y parpadea con frecuencia.
  • Utiliza lágrimas artificiales: Si tus ojos están secos, las lágrimas artificiales pueden ayudar a aliviar la irritación.

Recuerda: Es importante que tus gafas se adapten correctamente a tus necesidades visuales. Si experimentas alguno de los síntomas mencionados anteriormente, no dudes en consultar a un especialista.